La RAE privatitza els «beneficis» del castellà

Els hispanoparlants i el ciutadans que financen amb els seus imposts l’existència de la Real Academia Española tenen uns quants motius per a estar rebotats amb la institució, i ho mostren (tret d’Infoling):

Título:Imposiciones públicas, beneficios privados: la RAE contra la utilización de sus recursos en la red

URL: http://addendaetcorrigenda.blogia.com/2011/100501–todo-sobre-mi-rae-.-la-larga-cola-del-asunto-rae-…

Descripción
La RAE —una institución financiada con dinero público— parece combinar con todo descaro su actividad pública, como la reciente imposición a toda la comunidad hispánica de unas nuevas normas ortográficas banales con sus Academias satélites como coartada, con la privatización de sus recursos lingüísticos, bloqueando su utilización mediante las actuaciones coactivas de su estructura empresarial:

– La RAE y su entramado empresarial han obligado a cerrar una página de la web http://elcastellano.org, aduciendo supuestas cuestiones legales. En dicha página, se ofrecía una versión mejorada de los avances de la vigésimo tercera edición del Diccionario académico, comparándolos con la versión actual. Con esta actuación coercitiva, la RAE ha mostrado de nuevo su desprecio por sus usuarios y por el beneficio que la iniciativa de elcastellano.org aportaba a la lingüística hispánica (cf. http://www.elcastellano.org/ns/edicion/2011/septie… y http://jamillan.com/librosybitios/2011/09/planeta-…). Como señala Ricardo Soca, director del portal elcastellano.org:

«[…] es sorprendente que una compañía poderosa como el Grupo Planeta pueda presentarse en nombre de la Real Academia, presionando para impedir la divulgación en la Internet de obras en cuya elaboración han participado las veintidós academias, como es el caso del Diccionario de la lengua española […]” (cf. Compartir enlaces de la RAE “viola los derechos de propiedad intelectual», elEconomista.com, http://ecodiario.eleconomista.es/espana/noticias/3…)

Asimismo, la pagina web en la que se ofrecía una versión mejorada del Diccionario panhispánico de dudas (DPD), desarrollada por Franz Mayrhofer, profesor del Gavilan College de California, también ha tenido que cerrar de forma preventiva ante las amenazas proferidas por la RAE contra elcastellano.org. Como señala Ricardo Soca, en la versión mejorada del DPD, era «posible ver todo el lemario, tal como ocurre con las versiones por pago de los diccionarios digitales de la Academia, algo que la RAE podría haber hecho en su propia versión en línea, sin esa restricción impuesta por razones meramente comerciales, tan impropias de una academia que, por otra parte, ya está generosamente financiada.» (cf. Un DPD en línea más generoso que el de la RAE, http://www.elcastellano.org/ns/edicion/2009/julio/…)

Las críticas contra la RAE que se han ido propagando masivamente por la red han tenido un impacto de tal magnitud que la RAE ha tenido que abandonar su tradicional arrogancia y se ha visto obligada a dar una respuesta:«La RAE está a favor de facilitar los enlaces externos de sus recursos públicos siempre que haya una petición formal que no tenga, por parte de terceros, fines comerciales o lucrativos.»
(cf. http://www.rae.es/rae/gestores/gespub000011.nsf/vo…)

Resulta lamentablemente grotesco contrastar la respuesta de la RAE con las actuaciones reales que está llevando a cabo: las páginas que la RAE ha obligado a cerrar NO tenían en ningún caso fines comerciales o lucrativos, sin embargo, se puede acceder sin problemas a los diccionarios de la RAE desde wordreference.com —una web abiertamente comercial de diccionarios en línea—, como se puede observar p. ej. desde la siguiente consulta: http://www.wordreference.com/definicion/lamentable.

¿Puede una institución que está financiada con dinero público bloquear el acceso a sus recursos online como si fuera una empresa privada? Cuando en España ya no se pueda impedir que las campañas masivas de denuncia contra la RAE trasciendan a los medios de comunicación, que tradicionalmente —ya sean éstos supuestamente de derechas o de izquierdas— han hecho de correa de transmisión de la ideología que sostiene a dicha institución, y/o cuando los países de la América hispanohablante decidan liberarse de una vez de la arrogante tiranía lingüística de la RAE, sólo entonces se pondrá fin a la imposición del atraso y el centralismo lingüístico —convenientemente disfrazado ahora de «panhispanismo» (cf. Subirats (2011), «Gramáticas del desastre» http://infoling.org/docs/Gramaticas_del_desastre-2…)— de una institución científicamente quebrada, financiada mayoritariamente con dinero público, que actúe impunemente como una empresa privada.

Fuentes y más información:– Hashtags para seguir la polémica en Twitter (cf. Addenda & Corrigenda):
#RAEcensura #RAEdominiopublico #defineRAE #RAE

– Compilación organizada temáticamente sobre los cierres de páginas web provocados por la RAE (cf. Addenda & Corrigenda):
http://addendaetcorrigenda.blogia.com/2011/100501-…

– Campañas abiertas en internet:

Remitente: Carlos Subirats
Institución: Universidad Autónoma de Barcelona, España

Els mexicanismes espanyols

Sílvia Senz ens recomana la lectura d’un article de Luis Fernando Lara, «Diccionario de mexicanismos» (Letras Libres, febrer del 2011), que és una «dura i molt recomanable ressenya crítica» i que «denuncia amb arguments rigurosos com els organismes de normalització del castellà encara tracten com a colònies els territoris americans». Alguns fragments de l’article de Luis Fernando Lara:

[…]

Con la excepción de Melchor Ocampo, que se atrevió a reivindicar el derecho de los mexicanos a su propia manera de hablar la lengua española, desde el siglo xix se operó una distinción que todavía siguen haciendo nuestras sociedades, entre ese «español peninsular», considerado modelo de la lengua, y el de México, solo entendido como curiosa colección de voces y giros pintorescos, y en muchos casos bárbaros, solecistas y viciosos.

[…]

El único interés a ambos lados del mar se ha venido centrando en el «americanismo», en nuestro caso, en el «mexicanismo», es decir, «el conjunto de voces, locuciones, expresiones y acepciones caracterizadoras del habla de México, que distancian la variante mexicana respecto del español peninsular, concretamente, de su variedad castellana», según lo define Concepción Company, en la introducción del nuevo Diccionario de mexicanismos de la Academia Mexicana (Siglo xxi, 2010, p. xvi). Tal comprensión del mexicanismo hace de «la variedad castellana» —es decir, el español registrado como tal por la propia Academia, puesto que no parece haber un estudio amplio y descriptivo del español usado en las dos Castillas— el marco de referencia, la piedra de toque al que se somete el tratamiento del léxico mexicano considerado «mexicanismo».

[…]

Pero, a fuer de caracterizar ese mexicanismo de una manera diferencial, Company lo hace afirmando que «las rutinas y los hábitos lingüísticos que otorgan identidad a los mexicanos […] y los grandes ejes culturales alrededor de los cuales se concentra el léxico del español de México» (las cursivas son mías) son «la obsesión por el sexo», «la cotidianidad de la muerte», «las cortesías»… y «el bien conocido y multiangular machismo». ¡Es ese vocabulario el que concentra el léxico del español de México y nos otorga identidad! Bonita manera de renovar el pintoresquismo del siglo pasado y a la vez de realimentar el estereotipo que tanto daño nos hace en la vida política y en los medios de comunicación, del mexicano macho, obsesionado por el sexo, soez y dado a la muerte; las cadenas de televisión Televisa y TV Azteca deben estar encantadas con este diccionario, que justifica plenamente el vocabulario de sus cómicos, sus reality shows y las indignidades que cometen con su público.

[…]

Sin duda este Diccionario de mexicanismos es una obra que hay que tomar en cuenta como a los muchos diccionarios de regionalismos mexicanos hechos por aficionados, que, mal que bien, apuntan palabras para después investigarlas y darles un tratamiento serio; comparado con el Diccionario de mejicanismos de Francisco J. Santamaría (Porrúa, 1959), está todavía muy lejos de poderlo mejorar, no digamos sustituir. El sesgo de sus fuentes primarias, la falta de un método lexicográfico bien sustentado, sus errores de análisis del significado, lo convierten en una obra desconcertante, de dudoso valor social. La lexicografía no se improvisa.

No cal dir que molts catalanoparlants mos podem sentir afectats també per eixa perspectiva sobre la «perifèria» que tenen els proclamadors d’aquella «llengua comuna».

Per a apreciar millor la nova gramàtica espanyola de la RAE

Davant l’aparició de la nova gramàtica del castellà que ha elaborat la RAE, els tècnics lingüístics aficionats a no deixar-se dur per les eufòries nacionalistes en castellà i amb un cert interés per contrastar la faena de l’acadèmia madrilenya amb altres dades, poden llegir en el bloc Addenda et Corrigenda uns quants articles de Sílvia Senz que completen el mosaic d’eixe idioma tan ample i inabastable:

  • La nueva RAE, un espejismo de representatividad, neutralidad ideológica, laboriosidad y modernidad, 7: la «Nueva gramática de la lengua española» entra en escena
  • La NGLE, o cuando la RAE quiere estar en misa y repicando
  • Revilla y la expansión del español, o a quién beneficia el valor económico del idioma

Treballar en la RAE

En el diari El País (12.10.2008 dg.) podem llegir en una carta d’una lectora, Michaela Moore, la descripció d’algunes de les condicions laboral amb què es gestiona la Real Academia Española (rae). Entre altres coses:

De fet, hi ha dos règims, l’antic i el nou. Els antics tenen els seus llocs de treball fixos i uns sous al voltant dels 2.000 euros, segons el lloc, amb jornades de 35 hores setmanals; els nous, alguns d’ells estan contractats per empreses de serveis o temporals i tenen contractes d’obra i servei, encara que faça cincs o més que estiguen al mateix lloc, cobrant al voltant dels 1.000 euros, independentment del lloc en què estigues, i les seues jornades laborals són de 40 hores oficials i totes les que vinguen després. I això passa quan la rae obté més beneficis que mai i més ajudes que mai.